jueves, 11 de diciembre de 2008

La nieve en la ciudad de Santander

A continuación hago una pequeña referencia a las mayores nevadas sufridas por la ciudad a lo largo de su historia. Algunas remotas que seguramente nadie recordara, y otras más actuales.

-Enero 1881: Hacia mediados de mes nieva en la ciudad pero no hay referencias que llegase a cuajar. “La nevada que ha caído en las alturas de nuestra provincia debe haber sido terrible, la montaña de Cabarga se halla también cubierta de nieve y esta mañana han aparecido blancos los tejados de las casas de nuestra población”, periódico El Aviso, 15 de enero.

-Marzo 1883: nieva a partir del día 9.

Famosa nevada en 1883.

La nieve cubre un parque de la ciudad en las proximidades del barrio de Cazoña durante la nevada de febrero de 1983 (foto Diario Alerta).

-Diciembre 1884: importante nevada los días 21, 22, 23 y sobre todo durante la tarde noche del día 27 cuando cubre las calles amaneciendo el día siguiente con una gran capa de nieve sobre Santander. En enero de 1885 continúa el frío y la nieve reaparece hacia mediados de mes, cuajando nuevamente el día 16.

Imagen de la Ribera (actual Paseo Pereda) nevada hacia finales del año 1884. La nieve cubría por completo la ciudad.

1884 - Una imagen del Santander antiguo. Aparece un Sardinero casi irreconocible, con la antigua ermita de San Roque en primer término (construida en 1870) y una intensa nevada cubriendo las playas. (Foto de colección Samot).

-Febrero 1888: en medio de lo que se considera el mayor temporal de nieve de todo el siglo XIX en la provincia (y tal vez también de todo el siglo XX si exceptuamos la tremenda nevada de febrero de 1954), la nieve cubre Santander el día 24; “una espesa franja del cándido ropaje se extendió por calles y tejados, despertándose la ciudad como embozada en un sudario”, según relato del periódico El Aviso.

-Noviembre 1890-enero 1891: un invierno durísimo, sucesivas olas de frío siberiano barren la península desde finales de noviembre de 1890 hasta finales de enero de 1891. La nieve cubre la ciudad en dos ocasiones, una el 27-28 de noviembre, la otra el 7 de enero. El Aviso informa: “la nevada que ha cubierto de blanca alfombra toda la ciudad no es menos que la caída en el mes de noviembre (…) quisiéramos que en Santander se estableciera la buena costumbre que tienen en día de nevada en otras partes, costumbre que consiste en barrer la nieve los dueños o dependientes de los comercios cada cual el frente del suyo respectivo”. El espesor rondaría los 10 cm en las dos nevadas.

-Diciembre 1894-enero 1895: la nieve cubre la ciudad la Nochevieja de 1894, amaneciendo la ciudad el día 1 del nuevo año totalmente de blanco.

-Febrero 1901: una intensa ola de frío y nieve azota Cantabria durante toda la segunda quincena de este mes de febrero. Nieva en la capital desde el día 15 pero no llegó a cuajar, haciéndolo el día 21, “en la madrugada de ayer cayó en esta capital una copiosa nevada que cubrió las calles, llegando a medir hasta 10 cm por el Paseo del Alta”, según información del Diario Montañés.

-Diciembre 1903: inicio de mes sumamente frío y con importante nevadas en toda la región; “en casi toda la provincia cayeron grandes nevadas (…) también en Santander nevó ayer diferentes veces, pero sin llegar a cubrir por la mucha humedad que había en las calles, aunque fue lo bastante para que se resbalaran algunas personas y cayeran al suelo”.

-Febrero 1906: la nieve llega a Santander varias veces este mes pero sin llegar a cubrir totalmente la ciudad. Se registraron también fuertes granizadas. “En Santander amaneció encapotado y frío. Por la mañana cayeron chubascos de granizo y por la tarde vimos la nieve en trapos”.

Nevada incipiente sobre Puertochico. El pintoresco paisaje urbano de la zona comienza a cubrirse de blanco. (Foto Diario Alerta).

-Febrero 1907: imponente nevada en toda la provincia, de las más intensas que se recuerdan, en la capital nieva a partir del día 2 pero no tenemos noticias de que llegase a cuajar aunque el frío debió ser muy intenso; “uno de los días más fríos de este invierno, que parece va a sobrepujar, por la crudeza del tiempo a otros inviernos memorables en Santander”.

-Enero 1914: en muchos observatorios peninsulares éste fue el mes de enero más frío del siglo XX, fue especialmente fría su primera quincena. En Santander nevó varios días desde el día de Nochevieja hasta el día 15 de enero, aunque en general de forma débil, y no parece que llegase a cuajar más que esporádicamente en las zonas verdes de la ciudad (en aquella época muy poco urbanizada); “el día de ayer fue el más frío de todos, la temperatura fue muy baja y nevó varias veces, aunque sin llegar a cubrir el suelo. Por la mañana nevó algunos ratos copiosamente, blanqueando los tejados pero sin cubrirse las calles”.

-Marzo 1917: en un año sumamente frío y nevoso en toda la provincia, el mes de marzo dejó una ligera nevada en la capital que no llegó a cuajar sobre las calles, el granizo hizo también acto de presencia en abundancia; “el tiempo está más revuelto que Europa y más loco que los hombres, el febrerillo loco ha dejado el cetro de la locura a su hermano marzo (…) ayer nos hizo pensar que estábamos en Siberia. Hubo su conato de nevada, sus cuatro o cinco copiosas granizadas y un airecillo que se clavaba en la carne como agujas…

-Diciembre 1917: ambiente gélido a finales de mes, sobre todo los días 28 y 29, momento en que la nieve cae con bastante intensidad sobre la ciudad, “hasta la ciudad amaneció ayer completamente cubierta con el manto invernal, con el desnieve algunas calles quedaron convertidas en verdaderos barrizales”, según El Diario Montañés por aquellos días. La ola de frío se abatió sobre toda Cantabria dejando uno de los temporales de nieve más intensos de principios de siglo, prolongándose con fuertes heladas hasta mediados de enero de 1918.

-Diciembre 1926: gran nevada en Santander los días de Nochebuena y Navidad. Se alcanzan espesores cercanos a los 15 cm. Buena parte del Levante Español sufría la mayor nevada de los últimos 100 años. La prensa regional informaba: “el tráfico en la ciudad resultó poco menos que imposible (…) el espectáculo que ofrecían los jardines del Boulevard de Pereda era realmente fantástico. Muchas personas se echaron a la calle sólo para presenciar el sugestivo espectáculo de la nieve, pues hace muchos años no se ha conocido otra nevada igual en Santander”.

-Febrero 1930: los años veinte fueron poco nevosos en general. La nevada de febrero de 1930 junto con la de diciembre de 1926 fueron las más importantes en la capital por aquellos años. La nieve cayó el día 17 con cierta intensidad sin llegar a cuajar, también nevó el 18 y el 19, durante estas dos últimas jornadas sí se cubrió el suelo con espesores de unos 5 cm.

-Febrero 1932: nevó los días 11, 12 y 13. Intenso frío y nieve cubriendo las aceras, aunque en escasa cantidad fueron los rasgos de aquel temporal de frío que azotó toda la región.

-Diciembre 1933: mes de intenso frío. La nieve alcanza la capital los días 16 y 17; “no llegó a cuajar la nieve en la ciudad (…) por la tarde alrededor de la cinco el frío fue más intenso cayendo una copiosa nevada que blanqueó las calles durante un cuarto de hora”, según relato del Diario Montañés aquellos días.

-Finales de enero y principios de febrero 1935: durante los últimos días de enero y la primera decena de febrero se desencadenó sobre toda Cantabria una gran temporal de nieve y frío. La nevada llegó a la ciudad de Santander el día 27 y se mantuvo durante cuatro días seguidos aunque no llegó a cuajar más que en algunos momentos sobre las áreas más propicias (tejados, parques y jardines). Cuando la nevada anterior aún cubría gran parte de la geografía regional, el día 6 de febrero se inició un nuevo empeoramiento nevando en Santander durante las jornadas del 8, 9 y 10 de febrero, cubriendo en esta ocasión totalmente el suelo de la capital; “durante la madrugada descargó una cellisca sobre la ciudad y el espectáculo fue sencillamente fantástico, los jardines de Pereda, el Sardinero, los tejados y todos los árboles de la población aparecieron vestidos de blanco”. Era 9 de febrero y la nevada que se desató fue tan intensa como para cubrir las calles de la ciudad; “al final de la tarde una pausa en el temporal fue aprovechada por el personal de limpieza pública para hacer un intenso barrido con las mangas de riego, dejando expeditas y libres del riesgo de los patinazos las calles principales”.

-Febrero 1938: intenso frío el de aquel mes de febrero en lo que fue uno de los inviernos más duros del siglo XX en toda España. En Santander la nieve cubrió la ciudad los días 15 y 16 manteniéndose sobre las calles debido al intenso frío reinante. Fue una nevada moderada en medio de una gran ola de frío continental, que se abatió sobre una población que sufría los rigores sociales y económicos de la guerra que por aquellos días enfrentaba a los españoles.

-Enero 1940: aunque no fue un mes especialmente frío ni con grandes nevadas, el blanco elemento sí llegó a la capital en varias ocasiones cubriendo el suelo el día 22.

-Enero 1941: una intensa nevada cubrió la ciudad el día 11 al final de una ola de frío que había comenzado el día primero de año. La nieve se dejaba ver a intervalos durante los primeros días de enero junto con el granizo y los chubascos de lluvia. Un empeoramiento del tiempo el día 10 hizo que “el día amaneciese encapotado y con un frío intensísimo, comenzando a nevar a las diez de la mañana en forma copiosa”. Así transcurrió aquel día, entre chubascos de nieve y ratos de bonanza hasta que a las ocho de la noche “comenzó a caer de nuevo la nieve en forma más copiosa y sin interrupción (…) alcanzando en las calles espesores de 20 cm”. Estos espesores de los que habla la prensa de la época parecen desmesurados a tenor de los datos del INM, la nevada habría sido bastante más modesta, con espesores de unos 5 cm de nieve sobre las calles de la capital.

-Febrero 1944: durante la segunda quincena de este mes de febrero de 1944 intensas nevadas azotan la región. El día 21 nevaba a intervalos con cierta intensidad sobre Santander. Al día siguiente la ciudad amanece cubierta de nieve pero desaparece a lo largo de la mañana, durante la tarde el tiempo enfrió con vientos intensos del nordeste y la nieve volvía a caer a partir de las siete de la tarde. Esa noche caería sobre la ciudad la mayor nevada de aquel invierno alcanzando los días 23 y 24 cerca de 10 cm. en las partes altas de la ciudad. Por aquellas fechas nevaba intensamente en Oviedo (hasta 35 cm), Bilbao, San Sebastián, Córdoba, Jaén, en la provincia de Alicante, Sevilla, etc.

El Paseo de Reina Victoria y la Magdalena cubiertos de nieve en febrero de 1944. (Foto Diario Alerta).

-Enero 1945: el mes de enero más frío desde que se tienen registros en la ciudad de Santander y también en Reinosa. En la capital la nieve apareció 5 días, pero sólo cubrió el suelo totalmente durante la mañana del día 13 aunque desapareció a medida que avanzaba el día, “en Santander capital después de la helada del viernes siguió ayer por la mañana una nevada que cubrió las calles y tejados pero por poco tiempo ya que el sol volvió a lucir a primeras horas de la tarde”.

-Enero 1947: después de una primera parte del mes con vientos del sur y temperaturas templadas, a partir del día 24 y durante 5 días consecutivos, la nieve hará acto de presencia en la capital cayendo de forma débil o moderada. El día 25 “alrededor de las nueve de la mañana comenzó a nevar, aunque con poca intensidad, continuando así toda la mañana y primeras horas de la tarde, la nieve cuajó sobre los tejados de las casas y los jardines de los paseos, principalmente en las partes altas de la ciudad”, según información del Diario Montañés. Durante la noche del domingo 26 y la mañana del día 27 la nevada alcanzó su punto máximo amaneciendo la ciudad completamente blanca y con unos 10 cms. de espesor en algunas de sus calles y jardines.

-Febrero 1953: el primero de una serie de años que abarcan la década de los cincuenta en los cuales las nevadas serán frecuentes en toda la región y llegarán a la costa con bastante frecuencia. Enero y febrero de 1953 fueron sumamente nevosos, grandes temporales azotaron la provincia con persistencia inusual, sin embargo la nieve llegó a la capital sólo en dos jornadas, los días 14 y 15 de febrero. “La mañana del domingo día 15 una intensa nevada se desató sobre Santander, duró más de dos horas y cubrió totalmente la ciudad con espesores de más de 20 cm. (…) la alcaldía ordenó la salida del personal de limpieza con mangas de riego para quitar la nieve de las calles, ordenando igualmente a los porteros la limpieza de las aceras correspondientes a cada portal”. Nuevamente los 20 cm de los que informa la prensa parecen exagerados, no habiendo seguramente más de 5/7 cm en las partes más altas.

-Febrero 1954: una de las mayores nevadas en Cantabria en los últimos 150 años. El temporal se había iniciado ya a primeros de año pero la nieve que caía intensamente en toda la región no llegó a la ciudad hasta el 31 de enero en que “amaneció nevando, desde las siete de la mañana para desaparecer luego y volver a formarse y hacerse firme durante la noche en que nevó con más intensidad”. El día 1 de febrero toda la ciudad amaneció blanca para continuar así durante toda la jornada, “llegando a alcanzar en algunos lugares hasta 25 cm. de altura”. Estos espesores de nieve no parecen verosímiles al confrontarlos con los datos de precipitación registrados por aquellos días en el observatorio del INM en la calle General Dávila, más bien parece que la nevada que cubrió la ciudad fue muy persistente a causa del frío intenso pero en todo caso habría sido bastante más modesta (posiblemente no más de 10/15 cm), quedando lejos de lo que a mi parecer y comprobando datos serían las tres grandes nevadas de la ciudad en el siglo XX, la de marzo de 1955, la de febrero de 1956 por su duración y la de enero de 1985 por los espesores alcanzados. Esto desde luego contrasta con un hecho irrefutable, que en el interior de la provincia la nevada de 1954 fue, si no la mayor del siglo, al menos de las dos o tres más grandes que se han registrado en la pasada centuria (los datos de Reinosa lo demuestran), y también contrasta con las informaciones aparecidas en la prensa no sólo de Cantabria, también de Asturias y País Vasco que hablan de espesores de más de 40 cm en Bilbao y Oviedo y de más de 20 cm en la ciudad de Santander; y es que la memoria en meteorología falla y la percepción es muy subjetiva. En todo caso la nevada en la capital fue importante y continuó durante el día 2 y ya más débilmente los días 3, 4 y 5, “mientras empleados y bomberos municipales se afanaban en limpiar las calles”. La situación en la capital obligó al ayuntamiento a emitir un bando en el que “se recuerda la obligación en que se encuentran los porteros y dueños de establecimientos comerciales e industriales de limpiar de nieve las aceras…

-Marzo 1955: gran nevada en Santander entre el 7 y el 10 de marzo, produciéndose además el día 10 un fenómeno por muchos conocido, el oscurecimiento casi total en pleno día debido al grosor de las nubes que descargaban fuertes tormentas en las proximidades de la Bahía de Santander y otras áreas próximas al litoral. El día 8 “estuvo nevando fuertemente durante todo el día casi dieciocho horas sin interrupción, quedando cubiertas las calles por una espesa capa de nieve de unos 10 cm de altura”.

La nieve se amontonaba en las aceras y en las calles pero todavía no había llegado lo más intenso del temporal, así durante la noche del día 9 al 10 estuvo nevando y granizando amaneciendo la ciudad colapsada y los arenales de la Bahía cubiertos de blanco al estar la bajamar en su punto culminante. Aquella mañana del día 10, “las brigadas municipales salieron para ir limpiando las aceras y calzadas y cuando ya tenían realizada esta labor, a cosa de las once, se nubló el cielo aumentando la oscuridad en términos sorprendentes (…) obligando a encender el alumbrado público, el de los establecimientos y los faros de los coches”. En esos momentos cayó sobre la ciudad una intensísima nevada, de las más fuertes que se recuerdan en la capital. La nieve tenía que ser transportada en grandes camiones hasta el mar. Al anochecer de este día la temperatura subió y la lluvia hizo su trabajo barriendo los restos de nieve.

Los datos oficiales de aquellos días, las fotos que han llegado hasta nosotros, la información aparecida en la prensa, etc.; todo parece coincidir para que podamos pensar que estamos ante una de las mayores nevadas del siglo XX en la ciudad, curiosamente en el mes de marzo. Si bien los días 7 y 8 la humedad muy alta hacía difícil la acumulación de nieve, los días 9 y 10, el frío, las tormentas y la intensa precipitación hicieron que se cubriesen las calles de la ciudad con un manto blanco casi desconocido en Santander.

La nevada de marzo de 1955 sobre los jardines del Paseo Pereda. (Foto Diario Alerta).

Marzo de 1955 en Bilbao.

-Febrero 1956: poco se puede decir de este mes de febrero que no se haya dicho ya. Sólo recordar que en Santander nevó intensamente durante 13 días y la nieve permaneció cubriendo el suelo durante 8 jornadas, del 10 al 13 y del 19 al 22; la prensa de aquellos días informaba: “la nieve cae acompañada de fuertes ventiscas y en las primeras horas de la mañana una capa cubría la ciudad, que adquirió mayores proporciones durante la tarde”. Fueron tres intensas olas de frío siberiano que dejaron una temperatura media en Santander de tan sólo 3.8º C, la más baja desde que hay registros. Las temperaturas extremas hicieron que la nieve caída se acumulase con gran facilidad. Así informaba el Diario Montañés el día 12: “Santander amaneció ayer con una capa de nieve de 5 cm. de espesor, nieve seca o mejor helada, que puso en peligro la integridad de los peatones (…) sobre las doce de la mañana un furioso temporal de nieve racheada, descargó sobre la ciudad, con una cortina tan tupida que no dejaba ver a pocos metros de distancia” La situación persiste el día 13 (la prensa informa de hasta 20 cm de nieve en las calles), mejora luego ligeramente hasta un nuevo empeoramiento el día 19 cuando la nevada se hace más intensa, continuando con breves intervalos hasta el día 23, la ciudad se mantiene cubierta de blanco estos últimos cuatro días del temporal.

-Enero 1957: después de una mes de diciembre bastante suave, enero presentó las credenciales del invierno llegando la nieve a la capital el día 15 y persistiendo los días 16 y 17, llegando a cuajar en muchas zonas de la ciudad aunque no con la intensidad y la permanencia de años anteriores.

-Enero 1960: nevada en Santander las jornadas del 10 y 11 de enero de 1960, “casi toda la noche del domingo al lunes nevó copiosamente, cuajando en las calles, jardines y tejados (…) desde primeras horas las brigadas municipales trabajaron con gran intensidad para dejar expeditas las calles de más tránsito y los lugares que podían ofrecer mayor peligro en la circulación de peatones. A partir de las tres de la madrugada el cielo fue cubriéndose y la temperatura bajó aún mas tras fuertes rachas de viento del norte y el este, comenzó a chispear nieve sobre la ciudad (…) La ciudad contempló el espectáculo de la nevada, cubriéndose todas las zonas no transitadas, como jardines…”. El temporal se recrudeció el día 14 pero en esta ocasión al igual que en las dos jornadas siguientes en las que también nevó, no llegó a cubrirse el suelo en ningún momento.

-Diciembre 1962: el día de Nochebuena de 1962 nevó en Santander, “durante toda la mañana y en algunos momentos de manera intensa padecimos copiosas precipitaciones de nieve granulada, acompañada de fuerte cellisca que impedía en algunas zonas como la marítima el tránsito de peatones”. El día de Navidad la ciudad amaneció cubierta de un manto blanco. Todo ello en medio de uno de los inviernos más duros que se recuerdan en Cantabria, con sucesivas olas de frío siberianas que azotaron la región desde la segunda quincena de diciembre para recrudecerse nuevamente en febrero. Aunque la nevada no fue de las más intensas, el frío dejó temperaturas bajísimas, en la capital se registraron -2.8º C, siendo la mínima absoluta para un mes de diciembre desde que existen registros.

-Febrero 1963: siguiendo con la tendencia del durísimo invierno que padecía toda la región, el mes de febrero se presentó frío y desapacible. Nevó en la ciudad los días 2, 3, 4 y 5; lo hizo de forma no muy intensa pero el frío extremo hizo que la nieve cubriese las calles con facilidad. El día 2 comenzó a nevar “en seco” hacia las once de la mañana, luego amainó para volver a hacerlo con más fuerza a las seis de la tarde. La nieve cubrió las zonas menos transitadas. Los días siguientes se mantuvieron las mismas características en el tiempo. El día 4 volvió a ser un día muy duro, “con precipitaciones de nieve que cubrieron tejados, calles y jardines manteniéndose una temperatura fría que obligó a nuestros convecinos a quedarse en sus casas”, según el Diario Alerta. Lo más destacado al igual que en la nevada de diciembre fue el intenso frío más que la cantidad de nieve caída que fue bastante débil aunque cuajó con suma facilidad debido a la temperatura glacial.

-Marzo 1964: intensa nevada la caída los días 7, 8 y 9. Comienza cayendo aguanieve en la tarde-noche del día 6. El día 7 nieva ya sobre la ciudad de forma intermitente cubriéndose con una ligera capa las zonas más apartadas, la nevada se registra primero en forma granulada para pasar luego a copos de gran tamaño. Al finalizar la jornada unos 5 cm cubrían muchas zonas de la capital. La mayor intensidad en la nevada se producía en la madrugada del día 8; “durante toda la noche del sábado y principalmente en la madrugada del domingo fueron especialmente copiosas las precipitaciones de nieve que cayeron sobre el casco urbano hasta tal punto que los madrugadores pudieron contemplar un Santander totalmente nevado”. La nieve siguió cayendo durante aquella jornada pero cada vez con menos intensidad. El día siguiente, día 9, el blanco elemento comenzó a licuarse poco a poco en medio de algún chubasco ocasional de nieve.

-Febrero 1969: nevada caída los días 14 y 15 que cubrió totalmente la capital después de unos años en los que la nieve no fue noticia en Santander, aunque en 1967 había habido en enero y diciembre alguna nevada que de forma efímera había cuajado sobre parques y jardines. En esta ocasión la nieve cayó con cierta intensidad y la ciudad se cubrió de blanco.

-Enero 1971: la gran ola de frío de finales de diciembre de 1970 y principios de enero de 1971 fue una de las más intensas del siglo XX en España y Cantabria no fue la excepción. Comenzó a nevar el día 26 de diciembre aunque sin cuajar, siguió haciéndolo los días 29 y 30 momento en el cual el temporal se recrudecen en toda la península y el frío se hace cada vez más intenso; el día de Nochevieja tocando ya con el nuevo año, la nevada se intensifica, “en la ciudad comenzaron a caer los primeros copos a las once de la noche, poco a poco fue espesando la nevada de tal suerte que al sonar las doce campanadas una capa blanca cubría ya todas las calles y tejados de la población”. La nevada persistió hasta la mañana del nuevo año cuando los vecinos de Santander descubrieron el magnífico espectáculo que rápidamente disfrutaron “para lanzarse por las zonas verdes de la ciudad a practicar el deporte favorito del esquí”. El frío persistió hasta el día 5, para entonces la nieve se había licuado en la capital, pero la provincia seguía cubierta de blanco.

-Febrero 1983: los siete días de nieve que se registraron en febrero de 1983 cierran un período de casi 10 años en los que se produce la práctica desaparición del fenómeno de la nieve en las calles de la capital cántabra. La nevada fue intensísima en toda la región por encima de los 200 metros, comenzó el día 8 y no cedió hasta finalizar la primera quincena del mes. El día 8 ya nevaba “a primeras horas incluso en Santander, si bien sus calles no llegaron a verse afectadas, las playas del Sardinero quedaron completamente nevadas, un espectáculo insólito y desacostumbrado”. El día 9 el temporal arreció nuevamente por la tarde, la nieve cayo con intensidad durante toda la noche y primeras horas del día 10, cuajando en sitios poco transitados de la ciudad aunque se licuó a medida que avanzaba la mañana. La situación mejoraba el día 11 para empeorar nuevamente las jornadas de los días 12 y 13 de febrero en que las calles volvieron a verse cubiertas de blanco durante breves intervalos conforme se sucedían los chubascos de nieve. A partir del día 14 el temporal remitió de forma paulatina y las nevadas fueron dejando paso a las heladas, muy intensas en todo el interior provincial.

-Enero 1985: última gran nevada en Santander durante la cual la ciudad se cubrió de un espeso manto blanco. El espesor de la nieve alcanzó más de 20 cm en las zonas altas de la capital durante el día 15, momento de máxima virulencia del temporal. Pero ya el día 6 de enero se había iniciado una de las olas de frío más intensas del siglo en todo el país. Algunos copos caían ya en medio de temperaturas gélidas, impropias de la capital cántabra, la jornada siguiente la nieve cayó algo más intensamente, llegando a cuajar en muchos sitios del casco urbano debido sobre todo al frío glacial. Llegamos así a los días 8 y 9 en los cuales las temperaturas se mantienen muy frías aunque la precipitación es casi inapreciable. Luego mejoró ligeramente hasta el día 14, las temperaturas ascendieron algo e incluso llovió sobre la capital. Sin embargo el frío arreció nuevamente en la tarde del día 14 al final de la cual la nieve comenzó a caer con intensidad cada vez mayor amaneciendo el día siguiente con una de las mayores nevadas del siglo pasado; “los servicios municipales de limpieza de la ciudad de Santander procedieron durante el día de ayer a esparcir sal en las principales vías de la ciudad sobre todo en el centro (Calvo Sotelo, Paseo Pereda…)con el fin de facilitar el tráfico de vehículos y personas (…) ciudad desacostumbrada a este tipo de acontecimientos (más de 20 cm de nieve en muchas parte de la ciudad)”, según informaba el Diario Montañés de aquellos días. El transporte público quedó paralizado por la nevada quedando atrapados los vehículos en Gral. Dávila, Alto de Miranda o Castelar. Una nevada memorable y muy añorada por muchos santanderinos que no han vuelto a ver nada igual desde entonces.

La nevada de enero de 1985 en la zona del Paseo Pereda y el muelle. Fue la última vez que la nieve cubrió totalmente la ciudad pero lo hizo con una intensidad inusual. (Foto Diario Montañés).

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Última gran nevada en 1985 en las proximidades del alto de Miranda.

Más fotos de la nevada de enero de 1985. Las playas del Sardinero nevadas al atardecer. (Foto Diario Montañés).

Espectacular foto de la zona del Puente Colgante de Portugalete cubierta por la nieve. Se trata de la célebre nevada de Enero de 1985.

-Enero 1987: cuatro días de intensos chubascos de nieve dejó este mes de enero de 1987. La nieve cayó con intensidad y llegó a cuajar en algunos momentos el día 15 aunque lo hizo sólo en las zonas más propicias de parques y jardines con una fina capa de no más de 2 cms.

-Febrero 1987: otros 3 días de importantes nevadas cayeron sobre la ciudad durantes tres jornadas consecutivas del 18 al 20 de febrero. Llegó a cuajar muy ligeramente la madrugada del día 20 según aparece en los registros del INM. Sin embargo en mi opinión fue tan débil la capa de nieve que puede decirse que la última vez que la ciudad se cubrió de blanco fue en enero de 1985, esa es además la que todos recordamos como nevada memorable en la ciudad. En algunos momentos el granizo se entremezcló con la nieve y el aguanieve.

A partir de este año se abre un nuevo período con un fuerte descenso de los días de nieve en Santander. De hecho no se ha vuelto a ver la capital cubierta por el blanco elemento. Hubo ligeras nevadas mezcladas con granizo en febrero de 1988 y diciembre de 1990. La nieve cayó más intensamente la tarde del 28 de febrero de 1993 y durante la mañana del día 1 de marzo momento en el cual algunas zonas verdes amanecieron ligeramente nevadas. Fueron prácticamente 10 años de ausencia total de nevadas de alguna importancia sobre la capital.

-Veinte años sin una nevada cubriendo la ciudad…

Efectivamente, desde 1985 la ciudad de Santander no se cubre totalmente de nieve, podríamos decir que desde 1987 cuando durante algunos momentos la capital se cubrió con una fina capa de nieve. En cualquier caso son ya 20 años sin ver el paisaje urbano cubierto de blanco.

Ante ello debemos preguntarnos si este período tan largo es algo normal o excepcional a tenor de lo que conocemos del clima de Santander. La respuesta parece bastante clara, resulta excepcional un período de más de 20 años sin ver cuajar la nieve sobre la ciudad. Analizando un poco vemos que en el período 1880-2005 la nieve cubrió el suelo de la ciudad en 38 ocasiones y como entre 1880 y 1924 los datos son aproximados y pueden faltar algunas nevadas ese dato es en todo caso “mínimo”, esto representa una nevada cada 3,2 años aproximadamente. Pero si excluimos los últimos 20 años, o sea aquellos en que el suelo no se ha llegado a cubrir, este período de retorno se reduce a tan sólo 2,8 años. Por lo tanto las nevadas cubriendo el suelo en mayor o menor medida no han sido un hecho inusual en Santander.

Lo segundo a destacar es que esas nevadas no fueron como es lógico de igual intensidad y las décadas que hemos estudiado se presentan algunas como más nevosas que otras como ya hemos podido ver. Por ejemplo en los años 50 se presenta un período entre 1953 y 1958 en los cuales la nieve cubrió la ciudad todos los inviernos y durante varias jornadas; importantes nevadas fueron las de febrero de 1954, febrero de 1956 o marzo de 1955. En los años 40 también se cubrió la ciudad en 5 ocasiones, incluso en los poco nevosos años 20 la nieve cubrió 2 veces Santander, una de ellas en forma abundante; y así podríamos seguir en la década de 1960, en la cual hubo inviernos con dos nevadas (1962-1963), en los 70 o en los 80.

En definitiva, no puede decirse que sea Santander una “ciudad de nieve”, eso parece claro, no podemos esperar nevadas de 50 centímetros todos los inviernos, pero de ahí a pasar 20 años sin ver una nevada cuajando sobre suelo… parece que hay una gran diferencia. Esperemos que esta racha se pase pronto y haya algunas nevadas en años venideros para que los más jóvenes puedan disfrutar del blanco elemento.

Fuente:
Texto e imagenes de Santander.
Imagenes de Santander.
Imagenes de Bilbao.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues vaya, en los 8 años que llevo aquí viviendo no he visto nevadas de este tipo aunque sí por el camino a mi tierra "Valladolid", no estaría mal como dicen que los no tan jóvenes también tuvieramos la oportunidad de disfrutar de un ambiente tan blanco algún año.

Anónimo dijo...

Estaría bien poner de dónde se han obtenido estos textos ... !!

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